sábado, noviembre 17, 2007

Heridas de seda

Empezares oscuros,
difusos,
en el pasado de los recuerdos.
Dame un minuto mas,
sin reservas,
sin decirnos jamás que no,
con palabras con tu sabor,
que dicen las verdades del ayer,
despertando para ti,
haciendonos el amor.
Dime que sí,
para poder vivir junto a ti,
o dime que no para morir,
por la ausencia de tu agua,
que este querer,
me esta matando
porque no tengo nada,
y con nada me quedo,
pero yo muero,
en el rojo de tus labios,
que sus carnes me matan
cuando yo los pruebo,
sin importarme el pasado,
solo el sentirte
esta noche de nuevo.
Te reclamo mi boca,
impregnada de las mieles de tus piernas,
paladar jugoso,
de mis sueños de princesa,
de castillos en el aire,
con la tierra de tus manos.
Ilusiones pasajeras,
que permanecen a tu lado,
y en mi vientre,
tu encanto,
en mi alma,
tu ser,
y en mi vida,
¡ay en mi vida!
la ilusión de tu manto
arropando mis penas,
abrazando mis días,
llenándome tanto.

3 comentarios:

Juan Pérez Escribano dijo...

Yo quiero una mujer como tú!!!!

Anónimo dijo...

Tu amor llena todos los espacios de mi alma,
tu entrega me ha devuelto la fe,
Siempre te llevo dentro,
te amo con todo mi Ser.

Anónimo dijo...

Juan,
Tú y todos.

Mariposilla,

Te superas cada día. Un beso efímero