Palabras mudas

No se puede describir,
las palabras no supieron inventar
al poder tocar
mi cielo con tu mar.
Con boca muda
y alma abierta,
corazón mojado
con mucha niebla,
te entrego mi alma,
algo vieja
bohemio de mis noches
aunque estén en vela.
Y no busco
expresar lo sentido,
decir lo vivido
perder en el olvido,
los miedos, amores y sufridos
sólo tus besos
son mi castigo...
pues,
no sé si merezco,
el cautivo de tu amor crecido.
Amo tu alma,
tus manos rozándome las palmas
de los muslos de mis pecados,
pero es tan hermoso el vivir a tu lado,
que mi mayor castigo
es haberte conocido,
pues ahora sé,
lo que es amar sin estar perdido...
y si me pierdo,
por un descuido
correrán tus labios
a las bocas del olvido...

Tiempo de tormentas

Las tempestades cesaron,
dejándome el agrio en mi boca,
las heridas en mi alma,
los temores en mi loca;
y, aunque la fortaleza me acompañe,
como fiel compañera de senderos andados,
se ocultan,
en lo mas profundo de mis entrañas
los oscuros temores
del tiempo marchito...
Y entre las aguas,
la serenidad de las palabras
calman las tempestades
de las miradas perdidas,
de los años robados,
de los sentimientos entregados...
y entre labios,el mañana.

Tarde de martes...

La escarcha escondía,
en las mañanas tardías de mi alma
la sinceridad manchada
por los años perdidos.
Y entre ella,
mis ojos se abrían
como luceros escondidos
a tus amores sinceros
que marca mi destino.
Y te hizo llegar.
Como alma escurridiza,
libre,
como aquella brisa
que aún revolotea mi pelo
entre tu pecho.
Aquellas tardes,
en que el amor era tan profundo
que mi alma se rompía
para llenarse con la tuya.
Y mis palabras,
aún selladas entre mis labios,
siguen siendo mías,
por miedo a otro engaño.
Y mis pieles,
se erizan por tus dedos,
por este amor tan sincero,
que recorre todo mi cuerpo.
Y lloro cuando no estás,
porque tu aroma, ahora tan mío,
cubren mis paredes de tus deseos...
mi cama arde de tu recuerdo...
Los círculos se cierran.
Paréntesis en mis pensamientos,
dan pie a otros, ahora tus encantos,
mostrándome lo que deseo tanto...
LOS MARTES EN TU ALMA

Eres tu

Como agradecer,
que despertaras lo que fui,
que encontrases mi raíz,
que me hicieses renacer.

Que tantos miedos me ocultaron,
y nadie me hizo despertar,
al pensar que nada tenía por ofrecer
y descubrí que te entregué todo mi ser.

Ahora se, cual es mi camino,
que esta escrito con el tuyo de la mano,
pero, aunque quede lejano.
sembraste la flor en mi destino.

Y sonrío cada vez que pienso,
en todo que crees que no me das,
pues no sabes que descubriste
lo que nunca nadie supo ver.

Ahora, se todo lo que tengo,
y a quien se lo deseo entregar,
pues buscare en tu alma
las noches que te deseo entregar.

Rozar el cielo

He tocado tu cielo
con las yemas de mis dedos,
perdiéndome en los encantos
de tus mares de placer.
¡Cuan perdida anduve
las tardes del olvido
que regalé a los extraños
que saciaron mi otro cuerpo!
¡Cuánto miedo, cuánto,
se esconde tras las miradas
del niño que renació de la muerte
en silencio!
Y las tardes,
en que los besos
se convertían en las llagas
de unas pieles marchitas por los años,
por el peso de la tristeza olvidada
era perseguida en mis sueños
las noches oscuras,
que perdida estuve.
Y la mañana que las luces ancestrales
atravesaron las ventanas de mi corazón,
tu alma marchita,
por los temores del “no sé”,
iluminó el sendero de la alegría,
de la paz, y mi osadía,
encontrando un nuevo yo.
Y ya no regalo mi ser,
la alegría de mi alma,
el poder enloquecer;
entrego, mi alma
mi vida y mi querer,
al ángel caído,
que me hizo renacer.